Seńor, concédenos poder participar con verdadero amor, atención y piedad de esta Eucaristía que te ofrecemos, primero, para adorarte y agradecerte todos los beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte perdón de nuestros pecados y los de todos los hombres; tercero, para suplicarte las gracias que nos son necesarias para nuestra vida y para este día en concreto.
Te ofrezco en particular esta Misa de hoy para… (expresa aquí la intención que quieras).
Concédenos, Seńor, asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor y piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espíritu y fervor con que la vivieron los santos.
Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte dignamente, lo mejor que podamos.