Oh, Virgen Inmaculada, Virgen María, tu eres el refugio de los pecadores, de la salud de los enfermos y el consuelo de los afligidos.
En el santuario de Lourdes tu has otorgado muchos favores a personas como yo lo necesitaban.
Por esta razón acudo a tí, para que intercedas por mí y me concedas la gracia que te pido.
Amén.