“Un ángel del Seńor bajó adonde estaban Azarías y sus compańeros, expulsó las llamas fuera del horno, metió dentro un viento húmedo que silbaba, y el fuego no los atormentó, ni los hirió, ni siquiera los tocó.
Entonces los tres, al unísono, cantaban himnos y bendecían y glorificaban a Dios en el horno…”
Dn 3, 49-50
Antifona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Seńor.
R.: Aleluya.
1. Bendecid al Seńor, todas las obras del Seńor:
alabadle y ensalzadle por siempre.
2. Bendecid, cielos, al Seńor,
bendecid al Seńor, Angeles del Seńor.
3. Bendecid al Seńor todas las aguas que hay sobre los cielos:
bendiga todo poder al Seńor.
4. Bendecid al Seńor, sol y luna:
estrellas del cielo, bendecid al Seńor.
5. Bendecid al Seńor, toda la lluvia y el rocío:
todos los vientos, bendecid al Seńor.
6. Bendecid al Seńor, el fuego y el calor:
frío y calor, bendecid al Seńor.
7. Bendecid al Seńor, rocíos y escarchas:
hielo y frío, bendecid al Seńor.
8. Bendecid al Seńor, hielos y nieves:
noches y días, bendecid al Seńor.
9. Bendecid al Seńor, luz y tinieblas:
rayos y nubes, bendecid al Seńor.
10. Bendiga la tierra al Seńor:
alábele y ensálcele por siempre.
11. Bendecid al Seńor, montes y collados:
todas las cosas que germinan en la tierra,
bendecid al Seńor.
12. Bendecid al Seńor, mares y nos:
fuentes, bendecid al Seńor.
13. Bendecid al Seńor,
ballenas y todo lo que vive en el mar:
todas las aves del cielo, bendecid al Seńor.
14. Bendecid al Seńor, todos los animales y ganados:
bendecid, hijos de los hombres, al Seńor.
15. Bendice, Israel al Seńor:
alabadle y ensalzadle por siempre.
16. Bendecid al Seńor, sacerdotes del Seńor:
bendecid al Seńor, siervos del Seńor.
17. Bendecid al Seńor, espíritus y almas de los justos:
santos y humildes de corazón, bendecid al Seńor.
18. Bendecid al Seńor, Ananías, Azarías y Misael:
alabadle y ensalzadle por siempre.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo:
alabémosle y ensalcémosle por siempre.
20. Bendito eres en el firmamento del cielo:
y loable y glorioso por siempre.
(No se dice Gloria … ni Amén.)
SALMO 150
1. Alabad al Seńor en su santuario:
alabadle en su augusto firmamento.
2. Alabadle por sus grandiosas obras:
alabadle por su inmensa majestad.
3. Alabadle con sones de trompetas:
alabadle con salterio y cítara.
4. Alabadle tańendo címbalos y cantando a coro:
alabadle con instrumentos de cuerda y voces de órgano.
5. Alabadle con címbalos resonantes:
alabadle con címbalos de alegría:
todo espíritu alabe al Seńor.
Gloria al Padre…
Antífona. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los
santos cantaban en el horno encendido alabando al Seńor
R.: Aleluya.
Todos se ponen de pie y quien dirige el rezo dice:
Seńor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Seńor, ten piedad.
Padre nuestro.
V. Y no nos dejes caer en la tentación.
R. Mas líbranos del mal.
V. Que te alaben, Seńor, todas tus obras.
R. Y que tus santos te bendigan.
V. Se regocijarán los santos en la gloria.
R. Y se alegrarán en sus moradas.
V. No a nosotros, Seńor, no a nosotros.
R. Sino a tu nombre da la gloria.
V. Seńor, escucha mi oración.
R. Y que llegue a Ti mi clamor.
Los sacerdotes ańaden:
V. El Seńor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
Oremos:
Oh Dios, que mitigaste las llamas del fuego para los tres jóvenes, concédenos benignamente a tus siervos que no nos abrase la llama de los vicios.
Te rogamos, Seńor, que prevengas nuestras acciones con tu inspiración y que las acompańes con tu ayuda, para que así toda nuestra oración y obra comience siempre en Ti, y por Ti se concluya.
Danos, te lo pedimos, Seńor, poder apagar las llamas de nuestros vicios, Tú que le concediste a San Lorenzo vencer el fuego que le atormentaba. Por Cristo nuestro Seńor.
R. Amén.